¡Bendita imperfección!

Un poco de música. El horno encendido. Creatividad en modo ON. Aquí estamos. Desde hace tiempo llevo pensando que tengo que recuperar esta bonita costumbre de escribiros, de contaros mis recetas, mis creaciones más nuevas, mis dulces ilusiones. Vuelvo a mi pequeño laboratorio en casa. Me preguntáis muchos de los que ya me conocéis ¿cómo aprendí a cocinar?, ¿cómo me aficioné a la repostería?, ¿quién me enseñó? Así que, como punto de partida creo que os tengo que contar quien soy, cual es mi historia y porque soy una apasionada de la repostería.

Soy T, científica apasionada y creativa ilusionada. Desde hace varios años empleo mi creatividad inventando tartas, dulces y formas de decoración en repostería. Pero esta no ha sido mi historia de siempre. Fue durante la carrera cuando comencé a hacer tartas y como con tantas cosas en la vida, me fue picando la curiosidad, fui queriendo más, demandando más, creando más y sin darme cuenta había creado una marca, un producto, un estilo y ese estilo me define, es quién soy, me representa y me completa. Aun recuerdo la tarta que despertó esta afición. Era el cumple de mi hermano, había pedido una cheesecake para soplar las velas y se me ocurrió proponer hacerla yo. Esa primera tarta estuvo buena, pero tuvo muchos defectos ¡Benditos defectos! Gracias a esa preciosa imperfección tuve curiosidad, quise hacerlo mejor, quise llegar a hacer la mejor receta. Y empecé. Una tarta de queso, un poco de curiosidad y ganas de ofrecer lo mejor de mi trabajo a los demás. La repostería no solo es perfección y pulcritud. La repostería es pasión, creatividad, es ciencia combinada con imaginación, es el horno a tope dando olor a toda la casa, es alegría compartiendo el resultado, es elegancia disfrutando de su creación. Es mi pasión y quiero compartirla con vosotros.

Como os podréis imaginar, 8 años después de mi bendita tarta imperfecta, en nada se parece mi cheesecake. No es ni en la sombra de los ojos el mismo producto que hice ese primer día. Pero las ganas de ofreceros lo mejor de mis creaciones es la misma que ese día. La ilusión en cada instante del proceso culinario, es la misma que ese día. Las ganas de que disfrutéis entre risas, con gente, es la misma que ese día. Dolce T es parte de la vida social, de las celebraciones, de los sanmeapetecen, participa en risas, cenas, eventos. Un postre es un perfecto comienzo al final de cada perfecta comida.

Esta es mi historia, esto es Dolce T. Bienvenido.

¡Empezamos!

“Una receta no tiene alma, es el cocinero quien se la da”

¡Y a ello vamos!

Llevo mucho tiempo pensando en empezar este blog, pero siempre que empiezo la primera entrada acabo borrando todo lo escrito… así que a ver  si esta vez algo queda grabado y por fin comienzo.

Empieza el frío y con él me aumentan las ganas de hacer plan de tarde en casa cerca de mi horno donde se nota el calorcito y ese olor a bizcocho recién horneado que impregna toda la casa de un aroma único y especial. Cada día al volver de la uni o del trabajo paso delante del mercado donde venden todo lo que necesito para impresionar a mi familia con un delicioso postre en la cena… siempre entro en un debate interno entre entrar, comprar y cocinar o llegar a casa y ponerme a estudiar… Como os podréis imaginar cocinar gana con cierta frecuencia.

Mi pasión por la repostería nació hace cinco años, cuando empezaba mi carrera universitaria. No me explico bien cómo la biología y la repostería se hicieron juntas protagonistas en mi vida al mismo tiempo. Lo que sé es que descubrí mi pasión por experimentar sin recetas en las manos, me gusta inventarme cosas nuevas, perder el tiempo en los fogones, amasando, montando claras, horneando algo diferente, haciendo gelatinas, postres de cuchara… y estar en clase o el laboratorio ideando la nueva fórmula para crear una tarta o un postre que impresione a mis hermanos o a mis amigos.

Me considero una absoluta autodidacta en el mundo de la repostería, nunca he ido a clases ni me han contado cómo se hace… funciono a prueba y error, y cuando no me sale algo lo repito hasta que consiga la receta perfecta.

En la cocina soy muy exigente; hasta que una receta no expresa lo que quiero transmitir no me quedo contenta.

Tengo un vicio incorregible con los libros de repostería. Cada día me gustan más. Y no puedo pasarme un día sin ver qué recetas nuevas han publicado mis bloggers favoritas.

También, tengo una especie de obsesión con los instrumentos de cocina… siempre quiero alguno nuevo que no cabe en mi cocina y siempre estoy haciendo puzzles para que quepan en algún lado discretamente.

Bueno que al final me enrollo demasiado…

Espero seguir escribiendo  con constancia e ir enseñándoos nuevas recetitas que vaya haciendo.

 Quiero seguir disfrutando de esta pasión preciosa por la repostería y quiero que la disfrutéis conmigo. 🙂 🙂 

Volver arriba

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies